Vamos a comenzar los comentarios del viaje con el tour que contratamos desde aquí, para mi un acierto, para los interesados en cruzar el charco. El tour consistía en un viaje de cinco días, en nuestro caso en furgoneta (a priori pintaba peor la cosa que en autobús pero finalmente resultó mucho mejor). El primer día llegabamos a Niágara canadiense (hay otro justo al otro lado de la catarata, Niágara americano) vimos las cataratas desde el lado americano, se ven de lado pero bueno muy interesantes los primeros contactos con las cataratas. Además se pueden observar los rápidos que se producen en el río antes de la espectacular caída. En la misma esplanada desde donde se ven las cataratas se puede observar una estatua en honor a Nicolas Tesla. A la caída de la tarde cruzamos la frontera y echamos las primeras fotos con las cataratas completas de fondo. Para quien no lo sepa (como yo antes de que me lo contasen) las cataratas de Niágara están formadas por dos grupos de caídas de agua, una la americana y otra, la más reconocible, la canadiense.
Tuvimos una gran suerte, dentro de los hoteles en los cuales podíamos ir, nos tocó el Hilton Niagara Falls a 1450$ la noche casi nada. El hotel muy chulo, con piscina climatizada y tobogán y jacuzzi. Además de bañera con hidromasaje en la habitación y dos camas de matrimonio. Aunque sigo pensando que es un precio muy alto por una habitación.
Al día siguiente nos llegamos a la la capital del distrito de Ontario, Toronto. Se ve una ciudad muy tranquila, con una gran vida gracias al lago Ontario y muy dinámica. Lo más reconocible de la ciudad es su Pirulí, que en realidad es una antena de telecomunicaciones de una de las empresas ferroviarias canadienses. Visitamos también el mercado local, donde comimos y vimos algo de comida española (queso y aceite), visitamos el antiguo y el nuevo ayuntamiento y la universidad de allí, donde estuvo hace unos años Maradona en una de sus rehabilitaciones. Debido a las bajísimas temperaturas que se registran en la cuidad, tienen un completísimo sistema de calles subterráneas para poder desplazarse entre un edificio y otro sin tener que salir a la superfie. De vuelta de Toronto, visitamos la ciudad que está a la orilla del Niágara llamada Niágara en el Lago, una excursión opcional que sinceramente no merece la pena hacer, se ven casas chulas pero pagar unos 40$ por la excursión es demasiado caro. Por la noche, bajamos del hotel a ver las cataratas iluminadas y cenamos en unas pequeñas Las Vegas para que la gente de la zona gaste su dinero en recreativos, un museo de cera, un museo de los Records, una casa del terror y muchos restaurantes de comida rápida.
Una recomendación sobre la visita a Niágara, si podéis elegir fecha de viaje elegidla un poco más veraniega, a partir de Mayo o así, que ya están puestas las pasarelas en la parte baja de las cataratas y puedes pasar por debajo de ellas y verlas desde abajo, nosotros nos contentamos con verlas desde lejos.
Os dejo una presentación con algunas de las fotos que hicimos y ya os comentaré la siguiente etapa del viaje.